Estamos, querido lector, ante un número de nuestra revista muy singular. Sin llegar a ser un monográfico, porque mantenemos las magníficas colaboraciones de todos nuestros habituales cronistas, hemos querido romper una lanza en favor de una temática compleja, difícil de abordar y desde luego decisiva para poder ganar socialmente en calidad de vida. Nos referimos al tema de los horarios y su racionalidad.